Hace apenas diez años era una de las modelos más cotizadas de Colombia y todo un objeto de deso por sus sensuales curvas.
Ahora, su foto ha pasado de estar en los calendarios más sexys del país a ocupar las comisarías de medio mundo, como una de las más buscadas por Interpol. Está acusada de ser la cabeza de una red internacional que utiliza a modelos para sacar maletas repletas de cocaína de Buenos Aires
Sanclemente no ha tenido lo que pueda considerarse una vida modélica. En 1998, con apenas 18 años, se casó con un hombre de negocios de Barranquilla. Él le pagó una carrera universitaria para estudiar periodismo, pero se divorciaron a los tres meses. Sanclemente abandonó la universidad tras tres semestres, y se rumorea que empleó el dinero restante para ponerse pechos de silocona.
En 2000, ganó un prestigioso certamen de belleza en Colombio, pero el título sólo le duró dos días al descubrir que había estado casada y ocultado esa información al jurado en contra de las normas.
"Angie era muy analítica. Calculaba y medía todo. Daba pasos firmes y se aseguraba de no cometer errores", asegura un compañero de la infancia. "Angie siempre quería ser el centro de atención de una forma u otra, siempre quería sobresalir", declara otra persona.
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